El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es motor de desarrollo, generador de empleo, reclamo turístico de primer orden y objeto de inversiones. El espacio protegido nos ofrece agua, aire puro y una de las más bellas estampas de naturaleza que muchos desean conocer.
Puente del 1 de noviembre en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.A pesar de la lluvia mucha gente se dirije caminando hacia el refugio de Góriz por el Circo de Soaso. De regreso de esta excursión se van a ir cruzando con cientos de personas de todas las edades, clase y condición que poco a poco suben hacia la cascada de la Cola de Caballo (a tres horas de paseo de la pradera – aparcamiento).
Son visitantes que ya han atravesado el bosque de las hayas y, posiblemente, habrán observado algún grupo de sarrios que pastaba junto al sendero. También se habrán cruzado con montañeros bien equipados que buscan cimas, familias con niños, fotógrafos con trípodes, grupos de estudiantes, parejas, personas mayores, bien equipados y mal equipados. Los hay con aspecto urbanita, conocidos y desconocidos. Llegados de Madrid, de Barcelona, del País Vasco, de muchos rincones de Aragón, de toda España e incluso de otros países también.
Hace frío y la lluvia no ha cesado, pero en casi todos ellos se pueden observar caras de satisfacción y cansancio. De regreso al aparcamiento de La Pradera de Ordesa se puede ver que no cabe un coche más, y que algunos vehículos han tenido que estacionar en hilera a un lado de la carretera.
Volviendo a Torla, en el Puente de los Navarros, las autoridades del Parque Nacional han tenido que cerrar la barrera de acceso para evitar que se supere la capacidad de acogida del Parque Nacional, establecido en 1500 personas. Ordesa en un puente festivo, está lleno hasta los topes. Y en un fin de semana, casi lleno. Visto lo visto, está claro que este espectacular enclave del Pirineo de Huesca es una referencia, un motor de desarrollo sostenible que año a año atrae a un turismo que busca los paisajes naturales mejor conservados de la acción del hombre, que elige los bosques frondosos, las aguas limpias, el aire puro, y aquellos escenarios donde la naturaleza nos cautiva enormemente porque está bien cuidada y conservada.
Un día más tarde la prensa se hace eco de la satisfacción de los empresarios turísticos del entorno del Parque Nacional en el puente. Ordesa ha sido, a las puertas del invierno, el lugar más demandado de Aragón, con un 90% de ocupación hotelera. Y es que efectivamente, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es la mayor “empresa” de Huesca, dada la gran repercusión que tiene en el Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia, tal y como también sucede con el Parque de Doñana en la de Huelva.
Y es cierto, está demostrado que el turismo de naturaleza es un turismo fiel, ajeno en buena parte a la crisis económica, y de ahí que cada año los senderos o caminos de Ordesa y Monte Perdido sean recorridos por miles de personas que buscan lo más bello de la naturaleza.
En 2011 el Parque Nacional recibió 615.000 visitantes, una cifra que se ha mantenido estable durante los últimos diez años. El Parque Nacional genera trabajo y vida en los pueblos del entorno, es fuente de salud y proporciona un gran número de servicios ambientales y beneficios sociales.
Ordesa constituye una gran reserva hídrica, un motor económico, un destino que no cansa, un regalo para la vista y los sentidos… es un gran emblema de todo Aragón. Los datos oficiales aseguran que el papel del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido va más allá de la conservación de los valores naturales o la biodiversidad. Que económicamente cuenta con un presupuesto anual de 1.800.000 euros, en el que se contemplan inversiones de mantenimiento hoy perfectamente asumibles, y muy inferiores a las que se realizan en otras infraestructuras tan demandadas como son el AVE, aeropuertos, estaciones de esquí o autovías de elevado coste.
Se ha de saber que en el área de influencia del Parque, ayuntamientos, empresas, asociaciones y particulares recibirán este año 416.000 euros. Que el empleo directo en vigilancia, uso público y conservación supera el centenar de puestos de trabajo, aparte del trabajo indirecto que se genera en los municipios del entorno: guías de montaña, comercios, hoteles, restaurantes, etc. Que la marca “Parque Nacional” supone un plus para el desarrollo local. Y que las funciones y beneficios que reporta son también de tipo educativo, científico, cultural, turístico y recreativo. Ordesa y Monte Perdido, nuestro único Parque Nacional es, además, un Patrimonio Mundial de la Humanidad que debemos valorar, atender y seguir conservando.
Fuente: Eduardo Viñuales