Parece ser que las previsiones meteorológicas nos dan precipitaciones, en forma de nieve a partir de 2000 metros de altitud. Como cada año siempre que se tiñen de blanco 4 cumbres y cambia la estampa y la foto de estas montañas, nos salen los periódicos locales (especialmente el Heraldo de Aramón) diciendo lo bueno que va a ser el año para el sector del esquí y lo chachis que son todas las pistas, con todo ese montón de kilómetros esquiables, esos pedazo de cañones de nieve que secan ibones para que los chicos puedan correr con sus esquís y estamparse contra otros y la cantidad ingente de esquiadores que pueden subir en cada minuto por un telesilla desembragable, chachipiruli y súper rápido de la muerte.
O sea, que cualquier día de estos veremos el notición del siglo: entrevista a todos los directores de estación preguntando (ni que fueran adivinos) cómo va a ser la temporada. Por supuesto ellos van a decir que va a nevar más que nunca (deben de tener una bolita de cristal muy buena) y que van a venir muchos esquiadores a gastarse muchísima pasta y beber por la noche. Muchos muchos, y tendrán novedades como pistas de colores, guardería en un iglú, telesillones octoplazas autoembragables y semiautomáticos con una capacidad de 34234893274 esquiadores por segundo, y 3230923 kilómetros de pistas pisadas y listas para que todos las bajen con sus equipazos de puta madre… o sea, chachi… ¿qué os apostáis?