Una vez que nos hemos deslizado por la nieve, cuando llega el calor sólo nos queda deslizarnos por esa misma nieve en forma de agua. Concretamente en uno de los ríos más bellos del Pirineo, el Ara. Como esto del kayak tiene que dar respeto lo que más hacemos es un tramo de dificultad no muy alta, el que va de Jánovas a Boltaña. El otro día, ya descendiendo por enésima vez, íbamos tan confiados que nos vapuleó el río.