Supongamos que un visitante desea hacer un viaje al valle del Ara (Fiscal, Sarvisé, Jánovas, Boltaña, Ordesa…) y, desconocedor de la ruta, se le ocurre buscar en google maps o en su navegador la ruta entre Sabiñánigo y Fiscal: encontrará una cómoda carretera de 22 km que a 90 km/h de media le colocará en Fiscal en 14,6 minutos. No habiendo oído hablar de dicha carretera, no se fía del todo (y hace bien) y decide ir por el conocido puerto del Cotefablo, pero justo cuando llega al nudo de Sabiñánigo una hermosa señal (oficial) le indica que gire a la derecha para ir a Boltaña. Esta señal le hace salir de dudas: ya son demasiadas las pruebas de la existencia de esta carretera. Y seguro de sí, toma el desvío.
Cuál es su sorpresa al ver que poco después de Yebra de Basa, una señal de obras le corta el paso. Se encuentra con un camino de tierra, dos túneles sin terminar y unos 8 viaductos sin colocar… Deshace el camino y recorre los 56,3 km alternativos por el Cotefablo en unos 60 minutos.
Este visitante es inteligente y antes de echar la culpa a Internet y a los navegadores se informa de que la carretera tenía una previsión de finalización de obra para el año 2.006 (debía durar 3 años) y a nadie en “Google Maps” se le ha ocurrido pensar que hayan podido retrasarla 3 años que sumados a los 3 ó 4 que parece que faltan hacen un total de 10 años de obra para 22 km, contra los 4 años de obra previstos para los 284 km de la autovía Pamplona-Huesca-Lérida.
A los que vivimos aquí se nos cambia la cara de color al ver que en la carretera hay 5 personas trabajando. Está claro que han mandado al resto a trabajar en la mencionada autovía. Lo peor es que lo entiendo: no hay dinero para todo y la autovía da más votos. Esto es democracia. No hay nada que hacer: seguiremos usando el Cotefablo, que eso sí, en otoño se pone precioso.
Eres muy generoso y optimista si das 4 años para esa autovia P-H-L.