Un interesante paseo sin apenas desnivel y dificultad, aunque con el inconveniente de necesitar 2 vehículos o bien servicio de taxi. Partimos de la Pradera de Ordesa, descendemos el valle por el Turieto y al llegar al final del río Arazas (en su desembocadura al Ara) nos dirigimos al Puente de los Navarros y de allí por el camino de la Escala (mucho mejor que remontar la pista con el paso de vehículos) ascendemos el Valle del Ara hasta Bujaruelo. Tras cruzar el puente de Santa Elena seguimos por el camino del Covatar, también evitando la pista, aunque en este caso y debido a esta primavera tan abundante en nieve, en el llamado Puente de los Abetos decidimos cruzar para terminar el recorrido por la pista, evitando así los pasos por barrancos que canalizan muchas avalanchas.[photoxhibit=20]
Una visita a dos valles muy próximos pero diferentes, en los que podemos ver las mil caras del Tozal del Mallo, el Gallinero (y las grandes paredes de Ordesa), el final del río Arazas y su unión con el Ara y, remontando el río Ara, la cascada del Cebollar o Salto del Carpín, de 120 metros de altura, el Pico Otal con sus innumerables cuevas (Sistema Arañonera), Fenés, el barranco de Gabietos, etc, y por supuesto hayas, fresnos, abetos, boj, acebo, tejos, pino rojo, pino negro (en la lejanía), buitres, quebrantahuesos, sarrios, ardillas, águilas, oreja de oso, corona de rey, grasilla y muchas, muchas cosas más.
Para volver a Ordesa podemos desandar el camino realizado o bien haber dejado otro coche en Bujaruelo. También hay servicio de taxi que desde Torla nos pueden venir a buscar.
Es una excursión interesante para todos aquellos que quieran estar cerca de los Altos pirineos sin hacer grandes desniveles, para hacer en familia y para principiantes, una jornada que puedes acabar comiendo y recuperándote en el mesón que hay en Bujaruelo