Las actividades deportivas guiadas en la naturaleza (hay gente que le gusta llamarlas «deportes de riesgo» o «deportes de aventura»¿?) son uno de los pilares del turismo en el Pirineo, aunque los hosteleros y alcaldes no lo vean así, ya que apenas se dan ayudas para estas actividades. Porque una vez que viene el turista y está alojado y ha hecho los típicos senderismos de 3 horas y ha visitado los monumentos de la Comarca (visitas guiadas o no), se encuentra con otra posible actividad que puede realizar: contratar un guía y descender un barranco, ascender un pico, escalar, subir una ferrata o, actividad en auge estos últimos años, realizar un descenso en barca hinchable por los rápidos de un río, el rafting.El rafting se ha convertido en la actividad estrella de estos últimos veranos-primaveras. Un grupo de amigos en una barca a descender por los rápidos del caudaloso río (esto es imprescindible). La actividad es relativamente cómoda: te llevan en furgoneta donde embarcas, haces tu actividad y te devuelven a la «base» donde te quitas el neopreno y el casco, te cambias, te duchas y a tomar cervezas y recordar la «emoción» de la actividad. Perfecto.
Para las empresas deportivas también es una buena actividad económica: con 3 ó 4 barcas (y sus respectivos guías) pueden mover a un gran número de clientes, ya que llega a haber hasta 3 descensos al día. En un cálculo rápido vemos que con 3 guías y 3 bajadas se pueden mover a 54 personas. Todos contentos.
Aunque ni aramones ni ayuntamientos ni gobiernos de aragón apenas se empeñan en apoyar esta actividad, que además tiene un nulo efecto en el río (¿una barca que baja por un río qué impacto da?).
En Sobrarbe tenemos un cáncer en el río Cinca. Esta enfermedad ha destruido por completo este río. Las extracciones de áridos son una de las principales causas de que exista una erosión remontante en este río. En este caso concreto, el cáncer se llama Horpisa (Hormigones del Pirineo).
Las empresas afincadas en Sobrarbe (desde Aínsa hasta Broto y Torla) tienen que desplazar a sus clientes y sus barcas, así como alquilar y contratar almacenes, vestuarios, etc en la localidad de Campo para poder realizar esta actividad en el río Ésera, donde la regulación de sus aguas permite que a ciertas horas se pueda navegar en este río. Pero no hace mucho me enteré de que el río Cinca tiene TANTO CAUDAL como el Ésera, con lo que, en teoría, debería ser navegable… pero no:
Las canalizaciones, dragados y extracciones de áridos suponen uno de las afecciones más graves que pueden ocurrirle a los ecosistemas fluviales, ya que se elimina el sustrato geológico que permite la vida fluvial y ribereña.
Normalmente con la excusa de la prevención de avenidas, que dichas canalizaciones agravan al permitir la invasión del
cauce, cientos kilómetros de ríos se destruyen año tras año gracias a partidas presupuestarias fijas en manos de las Confederaciones.
En otros muchos casos, se emplea esta figura como tapadera para la extracción de áridos. Como caso modelo, tenemos el de Hormigones del Pirineo, S.A. (HORPISA) en el río Cinca.
Esta empresa dedicada al abastecimiento de materiales a las empresas constructoras presentó un proyecto de fijación de los cauces del Cinca en un lugar donde la propia Confederación Hidrográfica del Ebro ha verificado la alta calidad del río.
Para comenzar, resulta extraño que una empresa de hormigón se interese por la protección de las fincas colindantes y por la calidad del cauce del Cinca. A tal efecto, en el proyecto presentado se hace mención a una serie de estudios sobre las posibles inundaciones, que adolecen de la prueba acerca de la necesidad de tales dragados.
Como no hay mal que por bien no venga, resulta que Campo se ha convertido en un lugar de encuentro de gente que se dedica a las aguas vivas (piragua sobre todo, rafting, hidrospeed y todas las variantes que se puedan vender). Así como hogar de numerosas empresas de rafting que se unen a las que vienen de Sobrarbe.
Como a esta empresa de áridos lo único que le interesa es sacar cantos rodados del río, lo convierte en una película de agua de 1 palmo en el que es imposible navegar. Si sus máquinas fueran capaces de dejar un cauce con un mínimo de profundidad para poder ser navegable por las barcas, habría una actividad que sumaría potenciales clientes a los negocios hosteleros de la zona, porque los clientes que bajan en Campo, se comen el bocata en Campo, claro.
Tienes razón. Pero de hecho el Cinca la mayor parte del año nace 🙁 en la suelta de la hidroelectrica no muy arriba de Ainsa. Entre unos y otros se lo han cargado.
Y tampoco se trata de contraponer el Ésera, el Ara o el Cinca o el Gállego. No ha habido la más mínima preocupación por parte de la DGA en promocionar esos ríos y esos deportes. ¿Dónde están las pequeñas inversiones que se necesitan, por ejemplo, para hacer un campo de slalom de piraguismo? Todo tipo de impedimentos para mover cuatro piedras sin dañar para nada el río y luego todas las facilidades para hacer cualquier presa, azud o minicentral que lo secan sin miramientos.
Se gastaron un pastón en hacer uno en Zaragoza por la Expo que por los costes de elevación mediante bombas es totalmente inviable para la práctica amateur. Por no hablar del escándalo que supone que a los regantes les sale todo gratis.